La España casposa en las gradas de la Eurocopa

España pasó a cuartos sufriendo. San Iker salvó dos remates in extremis que habrían clasificado a Croacia, con el duelo nacional que ello habría significado para un país en la UCI económica, al que el rescate bancario no ha hecho más que agravar sus problemas ante los mercados financieros.

Pero gracias a San Iker se pasó primero de grupo.
En esta selección noto a faltar más ideas e ingenio, parece que la chispa del Mundial se ha perdido un poco bastante. Pero sobre todo encuentro a faltar a Messi. Cuando veo triangular a Xaví, a Busquets, a Iniesta o a Cesc, mis ojos buscan a Leo recogiendo ese pase para encarar la muralla rival.
Mi gozo en un pozo. Me acuerdo que esto no es el Barça sino la selección y que de messis sólo hay uno en el planeta.

Estos días también asisto a divertidos piques entre vecinos. Desde el sillón de casa escuché los gritos de satisfacción de los vecinos de enfrente que celebraron el gol de Italia y ayer mis tímpanos retumbaron al sentir la réplica de los vecinos de arriba tras el gol de Navas. ¿Será esto la España plural de la que habla la sacrosanta Constitución?

Pero lo que más me está indignando de esta Eurocopa es la imagen de esos embajadores de la marca Spain desde la grada. Lo hacen por puro cachondeo pero no son conscientes del daño que nos hacen a todos los españoles que deseamos quitarnos los tópicos casposos instaurados desde la España de Paco.
Toreros,  folclóricas y guardias civiles. ¡Toma ya, el triunvirato de la España profunda listo para ser visto por millones de europeos!
Propongo que de los 300 mil euros que se llevará  cada jugador caso de ganar la Eurocopa, se descuenten unos eurillos para vestir decentemente a nuestros hinchas. Que se abra un concurso y se propongan ideas, aun quedan algunos partidos para enmendar el error.




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